Me puse en contacto y, una vez pagué, me mandaron un cuestionario de 5 páginas o así, con mis hábitos alimenticios y alguna preguntilla más. Me comentaron varias cosas:
- Se hacía online y también a domicilio, ya que pregunté por mi zona y me dijeron que sí.
- Eran profesionales: dietista/nutricionistas
- No sería un menú del tipo: pescado hervido y verdura
De entrada me pareció bien, así que me mandaron mi dieta. Parecía bastante variada, un poquito de todo: verdura fresca, verdura cruda, pescado, carne, etc. Tenía algunas limitaciones, como todas: nada de alcohol, poca sal, dos cucharadas de aceite de oliva al día, beber 1,5 litros de agua al día al menos, blabla, lo de siempre y lógico. También me comentaron de no saltarse nunca ninguna comida aunque haya excesos, para mantener al organismo acelerado.
La chica era muy atenta y me respondía vía mail muy rápidamente, vamos, al menos en el mismo día aunque fuera a las 11 de la noche. Lo cual es un poco raro ya que no es un horario de oficina aunque bueno, como es online, tampoco le das mucha importancia y, de hecho, lo agradeces.También me sorprendió que aunque me dijeran que había visitas a domicilio y tal, ni siquiera me preguntaron si quería y aunque fallé yo porque no les dije nada.
Total, que empecé la dieta a rajatabla que se dice, no me salté nada e hice lo que me dijeron, y el primer día evidentemente tenía hambre, pero bueno, es normal. Lo que pasa que el resto de días seguía teniendo muuucha hambre, o sea, que me dolía la barriga de hambre. Pregunté a la chica y me dijo que se "atrevía a decir que casi era psicológico". La verdad es que conocía algún que otro caso de gente que había adelgazado un montón y siempre decían que "no habían pasado hambre".
¡Lo que no puedo negar es que perdiera kilos! ¡Perdí tres kilos en una semana! Pasé de 90,5 a 87,5 kilos. Ya os contaré más de esto >_<
Total, que llegó el lunes, el momento en el que tocaba hacer el seguimiento y esperaba con ansia que me renovaran la dieta de la semana ya que, aunque había pasado hambre...había perdido kilos, pero me apetecía variar el menú. Mandé mails pidiendo que me enviaran la dieta porque claro, ¡me tenía que organizar para hacer la compra semanal! Total, que al final de día, por la noche, me dijo que dado que había bajado bien, que seguíamos con la misma dieta otra semana más para "depurar".
Seré yo que soy una histérica pero me pareció mal. Quiero decir, no es que por el hecho de pagar tengas que ser el rey del mambo. Entiendo que es poco dinero, ¡pero no hay ni consulta ni nada! vamos que los gastos fijos son como que pocos. Al menos esperaba el trabajo de que me cambiaran la dieta semanalmente... Y ya no sólo eso, sino también que me respondieran tarde, que es como que poco serio. Por otro lado me chocó otra cosa y es que en la lista de alimentos que me pasaron al principio, dije que no me gustaba uno en concreto, además lo resalté. Curiosamente una de las recetas tenía ese alimento lo que me da a entender que era una dieta "tipo" y ni siquiera se lo leyeron bien. Desde luego es mi percepción.
En definitiva, no era lo que yo me esperaba. Quizás a alguien que lo que busca es perder 4 ó 5 kilos sí que le venga bien, pero para mí no era, desde luego. El problema de pasar hambre es que te cansas pronto y terminas comiendo lo que te dé la gana. Total, que es una dieta a corto plazo, con fecha de caducidad. Insisto que es mi percepción y mi forma de verlo.
Cosas buenas:
- Era una dieta normal: productos normales
- Que te planifiquen la comida de la semana ¡ayuda mucho! Quita trabajo.
- No tenías que ir a ningún sitio, la dieta llegaba a ti
- La respuesta era rápida
Cosas malas:
- Pasas hambre
- Es imposible perder 15 kilos con ella porque te cansas pronto
- ¿Visita a domicilio? ¿Seguimiento semanal? Quizás debería haber preguntado más.
- Puede cansar y no llegar al final
En definitiva, me decidí a hacer un cambio de dieta.
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